Cuando se piensa en platos de ducha para el baño, cierto es que se dispone de un gran abanico de modelos y diseños, de diferentes medidas, tipos y materiales. Los baños con plato de ducha son una tendencia al alza debido a sus beneficios, es fácil encontrar el que mejor se adapte a las necesidades del baño, ya sean estéticas o funcionales. La elección debe ir asociada en conseguir que la ducha sea un momento de absoluto relax y un espacio cómodo donde moverse con facilidad.
Hay 2 tipos de platos de ducha, los sobrepuestos y los enrasados. En los dos casos, entrar en una ducha siempre es más cómodo que tener que superar la barrera de los 45cm que supone la altura de una bañera, eliminando el riesgo de caída.
Con el cambio de platos por las bañeras tradicionales se consigue un ahorro de energía considerable.
Los baños cada vez suponen una de las estancias con más tránsito pero, al mismo tiempo, son las más reducidas. La posibilidad de poder poner un plato de ducha ayuda a optimizar la organización y poderse mover con mayor facilidad o elegir otros muebles de baño para ganar en organización.
Cuando llega el momento de realizar la limpieza del baño, siempre es más fácil limpiar una superficie como el plato de ducha plano que toda la que supone una bañera.
Hay mucha variedad de medidas de platos de ducha, la elección debe optimizar el espacio en el baño de tal forma que tengamos buena movilidad dentro y fuera de la ducha.
Disponemos de todas las medidas estándar. Entre las diferentes dimensiones, destacamos las más utilizadas:
Cuando hablamos de platos de ducha a medida no nos referimos solamente a las dimensiones de largo por ancho, sino también a las diferentes formas: cuadrados, rectangulares, circulares o semicirculares. Existen diferentes tipos adecuados para cada baño.
Existe la posibilidad de realizar platos de ducha con materiales exclusivos para destacar ese espacio tan personal o para quedar integrado dentro del baño junto con el material de otros elementos como el pavimento o las encimeras. El material escogido debe permitir que sean platos de ducha antideslizantes.
Con carga mineral, ofrecen una amplia gama de colores y una amplia gama de medidas. Los platos de ducha en resina se pueden presentar lisos o con rugosidad. Son macizos en todo su grosor.
Fabricados en Corian o otros materiales Solid Surface, nos ofrecen la posibilidad de realizar platos de ducha a medida, tanto en el tamaño como en la forma. Los materiales Solid Surface son lisos y antideslizantes, se acostumbran a trabajar en blanco o en colores claros, ofreciendo una superficie uniforme. Con este material el plato de ducha puede continuar con el revestimiento de las paredes en forma de media caña para facilitar la limpieza al máximo.
Los platos de ducha cerámicos son en realidad de porcelana vitrificada, son los platos clásicos de siempre. Al ser un material muy poco poroso es muy resistente a la suciedad y muy higiénico, evitando bacterias y hongos. Su alta resistencia y durabilidad los hacen una muy buena opción, ya que además ofrecen una alta variedad de formas y tamaños.
Permiten tener un amplio abanico de medidas y diferentes modelos de diseño. La gran ventaja de los platos de ducha de Silestone es la posibilidad de poder realizarlos en 50 acabados diferentes.
Con los platos de ducha de piedra natural obtenemos exclusividad, con unos tonos y texturas únicas, transmitiendo sensaciones distintas. Estos platos son muy resistentes, al mismo tiempo que tienen una superficie antideslizante, sin preocuparse ante restos de jabón en el suelo. Cada piedra es única con tonalidades para todos los gustos:
La pizarra, con su color original negro, aporta al baño un toque de modernidad. Sin embargo, al estar fabricados a base de una mezcla de resina de poliéster, cuarzo y cargas minerales, pueden ser de diferentes colores. Gracias al Gelcoat sanitario con el que se recubren, tienen una alta dureza resistente al rayado, son antideslizantes e higiénicos.
